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Bienvenido a Calenda Maia
Música y Teatro Medieval
Calenda
Maia significa el primer día del mes de mayo, considerado
como el día de la consagración de la primavera,
día del amor relacionado con el florecer y renacer.
Es la época
en que la vida vence a la muerte, la luz gana a la oscuridad.
También es el título de una estampida medieval compuesta por
Raimbaut de Vaqueiras, trovador provenzal.
El conjunto Calenda Maia, Música y Teatro Medieval nace precisamente
en el mes de mayo de 1988.
Desde
entonces nos dedicamos a estudiar, investigar y difundir
la música, el teatro y la cultura medieval. Para
aquello nos basamos en fuentes directas, como la organología,
iconografía y estudios relacionados con el vestuario,
los objetos, gestos, poesía y textos medievales.
En mayo de 1994 formamos la Cofradía que significó un compromiso
más intenso como comunidad y, recordando un espíritu medieval,
nacieron nuestros personajes mediante una búsqueda interna y celebramos
nuestros bautizos. Abrimos caminos a la formación de distintos oficios
como carpintería y lutería, sastrería, batanería,
y se iniciaron los talleres de investigación histórica iconográfica
y literario-musical.
En nuestra vida itinerante el conjunto cuenta con más de 1000 presentaciones
en tierras nacionales desde Arica hasta Punta Arenas, Tierra del Fuego, incluyendo
Isla de Pascua, como también en giras musicales a Italia, Alemania, Francia,
España, EE.UU. y Argentina.
Hemos pisado escenarios como el Carnegie Hall, Teatros Municipales, Colegios
y Universidades, nos emocionamos estando con el Papa Juan Pablo II, cantamos
con él, el canto Regina Coeli, recorrimos calles y plazas de Venecia,
Asís,
Carcasonne, Corvey fascinándonos con su arquitectura y espíritu
de olor a medioevo, tocamos en cárceles, bóvedas, campiñas
y bosques, participamos en fiestas, matrimonios y eventos, nos reímos
con niños de todo el mundo viendo sus miradas expectantes, acogimos un
grupo de niños refugiados de Bosnia en un concierto muy especial, rezamos
en Santiago de Compostela, escuchamos las campanas de la Plaza San Marco en Venecia,
compartimos y festejamos con el pueblo de Asís... en fin, tenemos los
pies empolvados, pero el camino es largo y curvado, lleno de búsquedas
y encuentros.
... no se trata de un viaje de retorno, no se trata de una nostalgia por lo transitado.
Se trata de una re-originación, de una re-creación de mundos posibles
olvidados.
Se trata de traer, a nosotros, esos presentes abiertos, para ser oídos
e imaginados actualmente.
Ahí esta nuestra medievalidad: deseo de viaje, de rito y de fiesta.
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